Genéricos y originales

Los genéricos son medicamentos genéricos con equivalencia farmacéutica, biológica y terapéutica comprobada con el original. Es decir, medicamentos que tienen la misma composición de sustancias activas, forma de dosificación y efectividad, como los medicamentos originales, pero no tienen protección de patente. Puede diferir del fármaco original en la composición de los excipientes. Colocado en el mercado después de que expire la protección de patente de los medicamentos originales.
Un requisito necesario para la venta de genéricos es la equivalencia farmacéutica, biológica y terapéutica comprobada con el original.
El precio de los genéricos es significativamente más bajo que los medicamentos originales, mientras que los genéricos no difieren de los medios originales en términos de efectividad y seguridad, y se producen en estricta conformidad con las regulaciones establecidas y los estándares de calidad.
El uso de genéricos es de gran importancia médica y social, ya que hace que el tratamiento de alta calidad sea asequible para la población en general. Por ejemplo, en los Estados Unidos, más del 60% de todos los medicamentos recetados son actualmente genéricos. Se observan estadísticas similares en países de Europa occidental: Alemania, Austria, Suiza, etc.
El uso generalizado de los genéricos hace posible gastar más racionalmente el presupuesto nacional asignado para la atención médica y, por lo tanto, crear una reserva financiera para pagar productos, procedimientos y servicios médicos costosos. A su vez, la competencia de precios de los fabricantes de genéricos está empujando a las empresas innovadoras a crear medicamentos y tratamientos fundamentalmente nuevos y más modernos.
La aparición de medicamentos genéricos está asociada con las características de la protección por patente de los medicamentos. Los desarrolladores de los ingredientes activos originales gastan una gran cantidad de tiempo y recursos en su producción y, por supuesto, quieren recibir dividendos de esto. Desde el momento en que se descubre un medicamento hasta que llega al consumidor final, lleva de 10 a 15 años, mientras que la protección de patentes bajo la ley solo es posible durante 20 años. Al final de la patente, no solo su desarrollador puede reproducir la fórmula de dosificación, sino también cualquier otra producción farmacéutica. Los cambios no se refieren a la sustancia activa, pero las tecnologías auxiliares y de producción se pueden cambiar. La eficacia de los medicamentos genéricos debe demostrarse mediante pruebas de eficacia bio y terapéutica en comparación con el medicamento original. Las pruebas son obligatorias y, sin la investigación necesaria, los medicamentos genéricos no se lanzarán al mercado.